green meetings
Hace un mes realizamos para la revista cobertura de destino en Puerto Vallarta. Si bien cada cobertura ha implicado, siempre, una sorpresa (que no siempre es grata), esta vez nos topamos con algo inédito. No sólo fue encontrarnos, como nos había pasado en otras coberturas, con espacios mucho más importantes de lo que esperábamos, o con una vida cultural única. Visitando uno de los hoteles de playa, luego de preguntar a la persona que nos guiaba cuáles son los productos o actividades que ofrecen a los grupos que los visitan, nos respondió algo que nunca habíamos escuchado: “una de las actividades que más ha gustado es la liberación de tortugas en el mar”. Nuestra sorpresa, que en ese momento fue grata y de respeto, se hizo mayúscula cuando nos percatamos de que esa práctica, la de la liberación de tortugas como actividad para grupos, no sólo se realizaba en ese hotel, sino que en todo Puerto Vallarta es una actividad ampliamente practicada por organizadores y hoteles.
Sin duda, y cada vez más, el encuentro de la organización de eventos con prácticas que tengan que ver con el cuidado y respeto por la naturaleza, ha cobrado una importancia inédita. Si bien prácticas como la liberación de tortugas es una actividad aislada, lo cierto es que el concepto de “eventos responsables” es cada vez más amplio y mejor acogido en todo el mundo. Esta noción, que no sólo tiene que ver con las actividades que se realizan en un evento, sino con los materiales que se emplean, el régimen que se aplica y, en general, el cuidado que el evento pone por el medio ambiente, ha recibido el atinado nombre de Green Meetings.
Al día de hoy, la idea de green meetings está cobrando cada vez más importancia, en buena medida por ser el tema del cuidado del ambiente uno que se trata cada vez con mayor insistencia y urgencia (como quedó sentado en la cumbre del g-8, y a través de discusiones internacionales como las sostenidas en lo relativo al protocolo de Kyoto), pero también por ser evidente que los eventos, como punto nuclear de los negocios hoy día, deben hacerse responsables por procurar el desarrollo sostenible entre los participantes de cada actividad. No es casualidad que uno de los temas centrales de IMEX Frankfurt, uno de los eventos más importantes del mundo en lo relacionado con el turismo de negocios y reuniones, sea, precisamente, el de green meetings.
Hoy día existen asociaciones que se ocupan específicamente de promover esta práctica entre los actores de la industria en el mundo. Quizá la más importante de ellas sea la Green Meeting Industry Council (GMIC), que se encarga de brindar educación, asesoría y certificación a todos los actores de la industria interesados en adoptar prácticas de responsabilidad ambiental, tales como el uso de materiales reciclables, de reuso o de fácil asimilación para el ambiente.
Lo cierto es que la práctica-conciencia de las green meetings tiene mayor importancia en países como Estados Unidos, Canadá, y los de Europa. Por desgracia, en América Latina la práctica apenas se está difundiendo, dado que la industria se está apenas consolidando. A pesar de ello, en países como Panamá y Brasil es cada vez más común escuchar sobre la conciencia ecológica dentro de los eventos.
La pregunta que siempre queda en el aire es cuál es la posición de México al respecto, más allá de productos locales. Al día de hoy, no existe en el CPTM ni en ninguna asociación relacionada con la industria un programa educativo o un evento que difunda la práctica verde dentro de la organización de eventos, aún cuando México tiene en el ecoturismo y la naturaleza una de sus más grandes fuerzas y atractivos turísticos.
Adoptar actividades como la liberación de tortugas o el ecoturismo dentro de la oferta para grupos es, sin duda, un paso firme hacia la implementación de una industria responsable. Sin embargo, mientras esta responsabilidad no sea general a materiales, productos, y demás aspectos relacionados con los eventos, la noción de green meetings será apenas un aliento en la industria. Ojalá que, por el bien del planeta, y de la propia industria, estas prácticas se adopten de una manera más general.
Sin duda, y cada vez más, el encuentro de la organización de eventos con prácticas que tengan que ver con el cuidado y respeto por la naturaleza, ha cobrado una importancia inédita. Si bien prácticas como la liberación de tortugas es una actividad aislada, lo cierto es que el concepto de “eventos responsables” es cada vez más amplio y mejor acogido en todo el mundo. Esta noción, que no sólo tiene que ver con las actividades que se realizan en un evento, sino con los materiales que se emplean, el régimen que se aplica y, en general, el cuidado que el evento pone por el medio ambiente, ha recibido el atinado nombre de Green Meetings.
Al día de hoy, la idea de green meetings está cobrando cada vez más importancia, en buena medida por ser el tema del cuidado del ambiente uno que se trata cada vez con mayor insistencia y urgencia (como quedó sentado en la cumbre del g-8, y a través de discusiones internacionales como las sostenidas en lo relativo al protocolo de Kyoto), pero también por ser evidente que los eventos, como punto nuclear de los negocios hoy día, deben hacerse responsables por procurar el desarrollo sostenible entre los participantes de cada actividad. No es casualidad que uno de los temas centrales de IMEX Frankfurt, uno de los eventos más importantes del mundo en lo relacionado con el turismo de negocios y reuniones, sea, precisamente, el de green meetings.
Hoy día existen asociaciones que se ocupan específicamente de promover esta práctica entre los actores de la industria en el mundo. Quizá la más importante de ellas sea la Green Meeting Industry Council (GMIC), que se encarga de brindar educación, asesoría y certificación a todos los actores de la industria interesados en adoptar prácticas de responsabilidad ambiental, tales como el uso de materiales reciclables, de reuso o de fácil asimilación para el ambiente.
Lo cierto es que la práctica-conciencia de las green meetings tiene mayor importancia en países como Estados Unidos, Canadá, y los de Europa. Por desgracia, en América Latina la práctica apenas se está difundiendo, dado que la industria se está apenas consolidando. A pesar de ello, en países como Panamá y Brasil es cada vez más común escuchar sobre la conciencia ecológica dentro de los eventos.
La pregunta que siempre queda en el aire es cuál es la posición de México al respecto, más allá de productos locales. Al día de hoy, no existe en el CPTM ni en ninguna asociación relacionada con la industria un programa educativo o un evento que difunda la práctica verde dentro de la organización de eventos, aún cuando México tiene en el ecoturismo y la naturaleza una de sus más grandes fuerzas y atractivos turísticos.
Adoptar actividades como la liberación de tortugas o el ecoturismo dentro de la oferta para grupos es, sin duda, un paso firme hacia la implementación de una industria responsable. Sin embargo, mientras esta responsabilidad no sea general a materiales, productos, y demás aspectos relacionados con los eventos, la noción de green meetings será apenas un aliento en la industria. Ojalá que, por el bien del planeta, y de la propia industria, estas prácticas se adopten de una manera más general.
1 comentario:
Este es un tema que sin duda no tiene la atención que debería tener. Y la industria de eventos es un gran canal no sólo para hacer conciencia, sino para predicar con el ejemplo y atender el muy grave problema del medio ambiente. ¿Hasta cuándo vamos a caer en la cuenta de que es necesario hacer algo y que cada uno de nosotros cuenta?
Insisto, no cabe duda, la industria tiene que transitar decididamente hacia una verdadera industria de Green Meetings.
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